jueves, 25 de agosto de 2011

romper un orden formal de prisión

Como dice Mercedes Salisachs: “Tratar de romper ciertas situaciones establecidas para llegar a convertirse en un gran equívoco. No hay más que ver la cantidad de parejas que repentinamente se consideran con derecho a rehacer sus vidas, rompiendo otras. Pocos admiten que “rehacer” se puede convertir también en un flagrante autodeshacerse.”

Puede que queriendo desnudar nuestro cuerpo y nuestro espíritu de lo que les oprime, nos destruyamos también a nosotras mismas. Que en lugar de darnos una segunda oportunidad de nacer, nos aniquilemos. Puede que al romper nuestra prisión formal, nuestros grilletes, descubramos lo que queda de nuestra carne. También nuestra naturaleza sexuada, esa dimensión irreductible de nuestra encarnación. Este gesto por liberarnos de unas normas impuestas que nos oprimen a veces nos lleva a enfermar en un orden formal. Para el libre consentimiento de las mujeres en unas relaciones amorosas y una institución matrimonial no alienadas al poder masculino, necesitamos tener una identidad positiva como personas civiles, individual y socialmente.

En Vigilar y Castigar, afirma Foucault, que hay un lenguaje interior donde la táctica no ha sido reprimir los deseos de los presos, sino obligar a sus cuerpos a significar la ley prohibitiva como su esencia, su estilo y su necesidad. Esa ley no se interioriza literalmente, sino que se incorpora, con el resultado de que se crean cuerpos que significan esa ley en el cuerpo y a través de él; allí la ley se muestra como la esencia de su yo, el significado de su alma, su conciencia, la ley de su deseo. Efectivamente, la ley es al mismo tiempo completamente evidente y totalmente latente. No obstante, Foucault pone en tela de jucio todo este lenguaje de la interiorización. "El alma es una ilusión, o un efecto ideológico", pero si existe es "en el interior del cuerpo por el funcionamiento de un poder que se impone sobre aquellos a quienes se castiga.” Pero aquí el problema es que la ley no se ha interiorizado, sino como repetición de una práctica, hasta que el poder o su lenguaje estalle de nuevo. Lo importante es que la Ley actúa desde dentro, y como se dice lo que se hace es que se ponen diques de contención.

No hay comentarios:

Publicar un comentario